viernes, 3 de febrero de 2012

SEMANA SANTA EN LA PROVINCIA DE JAÉN.-

            UBEDA.-

          La Procesión General, que data de 1897, en la noche del Viernes Santo, tiene sus momentosmás emotivos en la Plaza de Vázquez de Molina. Monumentos y pueblo, arte y religiosidad, todo se une en úbeda y hace voz inconfundible. Hablan, y de qué manera, los varales, los hachones, los inciensos, las ceras encendidas, los claveles reventones..
     Se hace difícil olvidar, en úbeda, ese impresionante cortejo de la Procesión General, con medio centenar de tallas, una veintena de tronos, cerca de cinco mil cofrades, varias horas de estación en dos largos kilómetros de recorrido, con orden y silencio. Eso hizo decir, entre el asombro y la admiración, a Melchor Férnandez Almagro. que úbeda es ciudad de semana santa.
    En la procesión general hay como una proyección de todas y cada una de las cofradías y hermandades de Úbeda. Imágenes bellisimas de Juan Luis Vasallo, Jacinto Higueras, Mariano Benlliure, Francisco Palma Burgos, Coullaut Valera, Ruiz Olmos, Prados López...
   Todo confluye en esta procesión general para hacer posible como un milagro de organización conjungándose, en perfecta simbiosis, el esplendor y la sencillez, lo solemne y lo popular, el arte en constante superación y la religiosidad desbordada.
 Para saber de la Semana Santa de Úbeda hay que ir a Úbeda y a su Procesión General.
      La bibliografía sobre la Semana Santa de Úbeda es amplia y variada. Habría que citar entre otros, Biografía de Úbeda, Guia Historíca Artística de Imágenes y Templos.
  Sobre todo Úbeda, desde sus cerros, desde la Loma, por sus monumentos y por su ambiente, es, en sus templos y en sus imágenes, una expresión de la Pasión, Muerte y Resurreción del Señor. Una voz elocuente, un gesto que conmueve y una idea que conquista y arrastra. Úbeda, en fin, una ciudad para la Semana Santa.
  Úbeda es campo. En sus alrededores acopia todo un sinfin de estímulos. La Loma, ondulada, baja desde arriba para besar las aguas del Guadalquivir. El Condado, por detrás, humedece sus tierras en el Guadalimar.

Úbeda es ciudad. Con sus templos y con sus palacios. Una ciudad con ancha capacidad de acogimiento. En la belllisima Plaza de Vázquez de Molina, con la Sacra Capilla del Salvador, el Palacio de las Cadenas, Santa Maria de los Reales Alcáceres, con tantos monumentos, está lo mejor del Renacimiento andaluz.
   Todas y cada una de sus cofradías con su personalidad bien definida, Incluso con su himno propio porque la música, en Úbeda, siempre, pero en Semana Santa, juega un papel transcendente. Se hace difícil olvidar ese Septenario de la Expiración en el que se interpretan los siete Dolores de la Virgen, hermosas composiciones músico-vocales debidas al maestroVictoriano Garcia Alonso.
   En definitiva es Úbeda ciudad de Semana Santa.
( Fuente Informativa.- Ediciones Gemisa S.L).

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